Saber tener y saber dar. Poder ser incondicional.

agosto 01, 2012

Anécdotas viajeras

A continuación, un texto delirante que escribí durante un largo viaje en micro


Vaca – árbol – arboleda – árbol – árbol – palos – más árboles – pasto – nube – oveja (¡y ovejitas!) – CEDAM – árbol – “aluar, si es de aluminio, lo hacemos aquí”…

 Lucía lee, los viejos duermen la siesta. Me aburrí de leer, jugar a las cartas, hacer autodefinidos… Tengo que guardar entretenimiento para un día más de ida y uno y medio de vuelta… ¡Hay una máquina de café y jugo! :) pero no… no hay ni café, ni jugo.  Es igual.
El abuelo le quiere dar a Lucía un “ECHARPE”… ¿será una palabra francesa que fue castellanizada? Algo así como garage, carnet, restaurant (que fue aprobada por la RAE como “restorán”, déjense de joder)
¿Qué puedo hacer? Como para no entretenerme gastando crédito… Hice una lista de las cosas que iba viendo por la ventanilla, pero la mitad no sé qué son, y la otra mitad se constituye básicamente por árboles… Esto de la lista no funciona, necesito otra cosa para hacer.
Echarpe… palabra de viejo, como chinela, bascolé, “dotor” y algunas más.
Estoy delirando, el micro me hace mal, y la música pedorra que pasan, también. Por lo general estas cosas pasan en situaciones en las que uno se aburre mucho (demasiado), y estar un día y medio adentro de un micro rodeada de viejos, es una de esas situaciones (sobre todo si el micro en el que viajas, afuera tiene una foto de una vieja que se parece a la que pasa películas en telefé y otro viejito con un cartel que dice “Lider en turismo para adultos mayores” omg, mátenme)
¿Qué tal si es una trampa y no estamos yendo a las cataratas, sino al loquero?
Vamos a preguntarle a Lucía a ver qué opina:
“¡Ay, boluda!, ¿cómo vas a decir eso?” (risas)
No entiende el por qué de mis sospechas. Jamás lo entendería.
Dejate de joder, pusieron el CD ese del año del pedo, otra vez (la música es del año del pedo, no el CD, se entendió). A la noche dijeron que iban a poner una película, ¿qué pondrán? ¿Alguna de Chaplin? Capaz. No sé si podría soportarlo… Bueno, por ahí sí, no hay que exagerar tanto. Lo que pasa es que el viaje me marea, los viejos hablan cosas de viejos y me aburro mucho. Encima me ponen para escuchar un carnavalito que no conoce ni el pato.
La viejita de acá al lado mueve los pies, choca sus manos con sus piernas al ritmo de la música. Parece estar disfrutando.
A propósito, hay carteles por todos lados que dicen: “En caso de emergencia, rompa el vidrio con el martillo”. Se preguntarán, queridos lectores: ¿y el martillo? Asombrosamente, esta vez sí está. Colgadito, cerca de mi butaca… lástima que está aplastado contra la pared con unos plásticos tan resistentes que no se pueden romper de forma manual. No parece haber ninguna posibilidad de poder sacar el martillo (y mucho menos teniendo la presión que supone esa "situación de emergencia"). Si el micro se llega a incendiar, prefiero romper el vidrio con mi cabeza.
Bueno, creo que si siguen escuchando esta música y el ambiente sigue tan deprimente, probablemente haga el intento de sacar ese martillo y salte por la ventana…
Por el amor de Dios, ¡qué aburrimiento!

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