A veces
no sé qué pensar, hay días en que estoy más positiva, me dan ánimos y logro
imaginármelo vuelto realidad, pero hay días en que ni siquiera puedo pensarlo. Sé
que el tiempo me viene pisando los talones. Bailando lo esquivo, pero no falta
mucho para que me alcance.
Tengo
miedo. Tengo miedo de fracasar, de no llegar con el reloj, de defraudar a todos
y defraudarme a mí misma. Vivo con la duda de no saber qué va a pasar, de no
saber con certeza cómo son las cosas y qué es lo que exigen de mí realmente. Vivo
con el complejo de sentirme inferior, pero también con la esperanza de llegar a
ser algo más, antes de que sea tarde, para que entonces me dejen demostrar que
con el tiempo puedo ser todavía mejor.
SÉ que puedo dar más, sé que puedo
seguir superándome, pero necesito la
oportunidad.
Cuento
los meses, las semanas, hago cálculos. Me arrepiento tanto de algunas cosas, de haber llegado a esta situación. Cada
día desespero más, siento que no llego.
Definitivamente,
el miedo me está torturando.
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