Ojo... NO ES QUE SEA OBVIA, para nada.... es simplemente que la gente se da cuenta cuándo hay onda y cuándo no. Entonces viene la típica pregunta: "Che, ¿a vos te gusta Fulanito?", o "¿Sabés con quién haces linda pareja? Con Pepito". Y es ahí cuando uno responde, tratando de disimular: "¿Qué? ¡No! Nada que ver, la flashaste."
El problema está ahí, como bien dijimos: uno responde "tratando de disimular", pero nunca sale esa parte. Normalmente, esta es la etapa de la conversación en la cual uno se manda al frente y las cargadas son inevitables. Si bien la otra persona finja creerte, tiene muy en claro que hay onda y nada lo va a hacer cambiar de parecer a menos que sus ojos le indiquen lo contrario. Se pueden dar dos tipos de situaciones:
• Tenes una relación más o menos estrecha con el interrogador,
• No se tienen el más mínimo cariño o, en todo caso, no se tratan demasiado.
Si se da la segunda, alarmate. ¡Estás al horno! Es sabido que, por lo menos, 5 personas más se van a enterar que tenés onda con Fulanito. Si el interrogador es de los más basuras, se entera todo el mundo, y si tenés suerte y es mejor persona, solo se entera su grupo de amigos (rezá porque tenga un grupo de amigos dentro de todo chico).
Algún día, tal vez, se te pase la emoción con Fulanito, aunque ya hayas quedado fichado como el tarado que gustaba de tal otra persona, pero, nos guste o no, es una experiencia común que tiene que ser vivida por todos en algún momento, y que (hay que aceptarlo) es inevitable. Solamente hay que saber que uno no es el único, para poder así minimizar un poco los padecimientos y no sentirse tan mal.