Saber tener y saber dar. Poder ser incondicional.

noviembre 04, 2013

Título de madurez

A veces miro a las personas adultas detenidamente, no puedo evitar notar esa seguridad que parecen tener todo el tiempo. No sé si de verdad la tienen o sólo la aparentan, pero sin duda el creer en su propia seguridad me hace sentir más segura. Ahora, mi pregunta es: ¿Uno adquiere esa sensación de seguridad en algún momento de su vida, o solo la aparenta para poder ser ejemplo de personas con menos experiencia? ¿Hay un punto a partir del cual uno puede considerar que sabe cómo vivir? 
Soy insegura desde que tengo memoria y, a su vez, siempre luché por disimular esa inseguridad. En los peores momentos recurrí a mis amigos más cercanos y a la gente adulta que me hace sentir bajo techo cuando llueve un poco (las metáforas son lo mio, claramente). Pero ¿cómo podrían transmitir una sensación de seguridad que no tienen? Debería haber un momento en la vida en el que alguien, quien sea, nos diera un diploma... Como un "título de madurez", algo que diga no solo que ya somos adultos, sino que sabemos cómo ser adultos. Un título que nos habilite para cosas tales como aconsejar gente, resolver determinados problemas a consciencia o abrir la boca en un lugar público y decir algo coherente e inteligente. 
Claro, el problema es que si ese título de madurez existiera realmente y fuera puesto en práctica mucha gente se quedaría a  mitad de la carrera y no lo conseguiría. Qué mal. 

julio 11, 2013

“Tengo mi propia versión del optimismo. Si no puedo cruzar una puerta, cruzaré otra o haré otra puerta. Algo maravilloso vendrá, no importa lo oscuro que esté el presente.”
Rabindranath Tagore

mayo 12, 2013

Utopía


"La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos y ella se aleja dos pasos, camino diez pasos y el horizonte se desplaza diez pasos más allá. A pesar de que camine, no la alcanzaré nunca. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar."
Eduardo Galeano

marzo 12, 2013

Apariencias.

No era fácil, solamente parecía fácil. A veces uno no se da cuenta de la cantidad de cosas que siente al mismo tiempo, hasta que pone las cartas sobre la mesa, las analiza, se sorprende y de repente se pregunta: "¿cómo hice para no pegarme un tiro uno de estos días?"
Que la lejanía, que la soledad, que la responsabilidad, que la inseguridad, que el cambio tan brusco, que esto, que aquello... es una pequeña suma de cosas que contribuyen al malestar. 
Bueno, bastante bien venía. De hecho, venía tan bien que ya casi era preocupante. 
Lo inevitable vuelve. Una vez más: no estaba superado, parecía superado. 

diciembre 03, 2012

12 años después... hola.


Etapas que culminan. Probablemente muchos momentos me queden grabados en la cabeza para siempre. Si fueron buenos o malos, no sé. Fueron momentos. Simples instantes que, en conjunto, formaron una etapa... una bastante larga. 12 años. 
Siempre hay altos y bajos. En mi caso, estoy segura de que podría clasificar cada una de las situaciones vividas en una escala de valores del 1 al 10. Pasé por todos los niveles. Tuve mis momentos de gloria; tuve momentos buenos, y otros no tanto. De igual manera, siempre voy a recordar los años escolares con algo de nostalgia. No importa dónde, con quiénes, y cómo. Al final de todo, siempre hay algo bueno para rescatar. 
A fin de cuentas y en varios aspectos, crecí como persona.